El oficio más viejo del mundo es el de proxeneta, sacar dinero de las prostitutas; y el negocio de la prostitución tiene tanto poder en España que ha llegado a penetrar el Movimiento Feminista, con la idea de normalizar la prostitución, como si fuese un empleo más” (Amelia Valcárcel, Catedrática de Filosofía)
La industria del sexo mueve 12.000 millones de dólares anualmente; es el segundo negocio más lucrativo en el mundo, superando al tráfico de armas y al narcotráfico.
De los 2.500.000 de personas sometidas a esclavitud en la actualidad, el 56% son víctimas de explotación sexual, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La ONU estima que 1/3 de las víctimas son menores (2 de cada 3 son niñas explotadas sexualmente y 1 niño). El daño físico, psicológico y social que sufren especialmente las niñas objeto de trata, y su mayor vulnerabilidad a la explotación, hacen necesario un tratamiento distinto del previsto para personas adultas, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Según Naciones Unidas, España es uno de los principales países de destino de víctimas de trata con fines de explotación sexual. España está en el punto de mira del comercio de explotación sexual de mujeres, y se sitúa como uno de los países con más hombres que pagan por sexo: el tercero del mundo. Un 70 % de los hombres declaran haber demandado en algún momento de su vida la prostitución de otra persona.
La explotación sexual
La pobreza , la dependencia, una educación inadecuada, la falta de vivienda, la adicción a drogas, la discriminación sexual y racial son temas que aparecen constantemente en las historias personales de mujeres y niñas que están siendo o han sido prostituidas.
Estudios internacionales demuestran que entre el 65% y el 90% de mujeres y niñas prostituidas fueron víctimas de abusos sexuales por parte de familiares o conocidos de sexo masculino. Muchos menores, sobre todo niñas, del mundo de la prostitución, han sido vendidas para ejercerla a una edad temprana por hombres que previamente abusaban de ellas. Según estudios recientes del Regeringskansliet Ministerio de Industria, Empleo y Comunicaciones (Suecia), la edad media para entrar en la prostitución está en los 14 años.
«Se tiene que reconocer que la explotación y el sufrimiento por parte de las mujeres que se encuentran en la prostitución no son únicamente un problema individual, sino también un fenómeno estructural , donde casi todos los clientes son hombres, y casi toda la mercancía es una mujer. Se trata de un ejemplo de desigualdades de género perpetuadas «. (Malin Björk)
“La prostitución y el tráfico de mujeres supone la existencia de una demanda de mujeres y menores, sobre todo niñas para su utilización como objeto sexual. Como otras formas de violencia contra la mujer, la explotación sexual de mujeres es un fenómeno específico de género; la abrumadora mayoría de víctimas son mujeres y niñas, mientras que los consumidores, traficantes y proxenetas son habitualmente hombres. Si los hombres no considerasen como un derecho evidente la compra y explotación sexual de mujeres y menores, la prostitución y el tráfico no existirían.
“Los hombres que tienen problemas en sus relaciones con las mujeres, los resuelven comprando sexo.
Por consiguiente, la prostitución es
un problema masculino”
(Sven-Axel Månsson)
La captación de las mujeres:
La autora de “Esclavitud sexual de la Mujer”, Kathlenn Barry, maneja dos grandes categorías para catalogar los modos y maniobras que se emplean para introducir y mantener a las mujeres en el ejercicio de la prostitución:
1 – La captación , que la define como la estrategia y táctica para adquirir mujeres y convertirlas en prostitutas.
2 – El proxenetismo que las retiene en la prostitución. Kathlenn Barry, indica que la captación implica «convencer» a la mujer para que se prostituya, recurriendo para ello a la astucia, el engaño o la fuerza física. Para ella, existen muchas estrategias que los captadores pueden utilizar para hacer vulnerable a una mujer, independientemente de su clase, raza o nivel cultural. En su trabajo, Barry define cinco estrategias de captación.
Según la definición legal, un proxeneta, es alguien que vive de las ganancias de una prostituta. El proxeneta ubica a las mujeres en su zona o negocio, a veces le procura “clientes”, fija las asignaciones por “servicio”, se apodera de todo o casi todo su dinero, y se supone que debe sacarla de la cárcel si llegan a detenerla. El mundo del proxenetismo va desde el proxeneta callejero hasta las bandas y redes internacionales, que controlan desde el proceso de captación hasta los locales de alterne, hoteles, saunas y salones de relax, es decir todo el circuito prostituidor.
Estrategias para captación de las mujeres: Amistosas o amorosas
- Amistosas o amorosas
- Actuaciones de bandas, sindicatos y organizaciones criminales
- Utilización de agencias reclutadotas de empleo, compañías de baile o matrimoniales
- Compra/venta
- Secuestro
Según la definición legal, un proxeneta, es alguien que vive de las ganancias de una prostituta. El proxeneta ubica a las mujeres en su zona o negocio, a veces le procura “clientes”, fija las asignaciones por “servicio”, se apodera de todo o casi todo su dinero, y se supone que debe sacarla de la cárcel si llegan a detenerla. El mundo del proxenetismo va desde el proxeneta callejero hasta las bandas y redes internacionales, que controlan desde el proceso de captación hasta los locales de alterne, hoteles, saunas y salones de relax, es decir todo el circuito prostituidor.
Esclavas del placer ajeno: un poco de historia
En la Grecia clásica, las prostitutas o “pornai” eran esclavas , trabajaban en casas de lenocinio (Lenón era la palabra que denominaba al propietario de un burdel) y las explotaban proxenetas masculinos.
En la antigua Roma, las niñas y jóvenes podían asegurar su futuro a través del matrimonio o de ser explotadas sexualmente en beneficio de otra persona (proxeneta), muchos hombres, mujeres y niños esclavos eran obligados a ello. Las mujeres que ejercían la prostitución en Roma estaban en una situación desesperada y a veces eran presionadas incluso por sus familiares para que obtuvieran algunos ingresos extra. Las “bustuariae” eran esclavas y ejercían en los cementerios por la noche, lugares inmundos. La primera imagen de un burdel que nos ha llegado es de la antigua Pompeya, y en estos lugares había niñas que ejercían tanto como se las demandase.
También había niños y niñas que eran abandonados por sus padres y quedaban expuestos fuera del foro, a merced de quien quisiera hacerse cargo de ellos, aunque casi siempre acababan en la prostitución.
En la Edad Media, bajo el influjo religioso, los moralistas dicen que en la prostitución son ellas las pecadoras (no son “mi prójimo”)… y ahí se inicia un juicio perverso sobre estas mujeres.
Hasta el siglo XIX no llegará la Literatura de la Compasión, con Dickens, Flora Tristán y La Regenta, Emile Zola (Naná), y también en este siglo John Stuart Mill pronunciará su primer discurso abolicionista y por el voto, en 1864.
En la 1ª Guerra Mundial, el gobierno francés construyó burdeles en el frente, determinando también que en ellos una mujer podría “recibir” unos 40-50 hombres en un día.
Durante la 2ª Guerra Mundial, se montaron burdeles en Auschwitz y un total de 10 campos de exterminio, teóricamente como un premio para estimular a los condenados, aunque su objetivo era hundir en la humillación más profunda tanto a las presas obligadas a prostituirse para judíos y alemanes (las llamadas “Putas del Campo”), como a sus compañeros de desgracia, que se aprovechaban de la explotación de las mujeres. Cada barracón tenía 20 cuartos, donde también podía haber un observador (gays en proceso de “reeducación” según los nazis).
En ese mismo período, Japón reclutó a millones de coreanos como soldados o trabajadores forzados y a decenas de miles de mujeres como esclavas sexuales y las retuvo durante años en prostíbulos militares japoneses. Eran las llamadas «mujeres de consuelo» y se estima que hubo unas 200.000, incluyendo coreanas, chinas y filipinas. Aunque han pasado más de 70 años desde aquellos hechos, el tema sigue causando fricciones y hasta disputas comerciales entre Japón y Corea del Sur.
Hasta 1951 no se firmó un Convenio para la represión de la trata, el primer documento abolicionista. Hoy una mujer no se puede considerar feminista y defender la prostitución, que no es un trabajo, sino una forma de explotación.
Situación actual en España
La prostitución no ha parado en 2020 ni un solo día en España, incluyendo la pandemia por Covid19, ni durante el confinamiento; aunque la actividad desapareciera de las calles y cerrasen los clubes, la demanda ha sido constante por parte de los hombres, y la actividad continuó “a domicilio” o en pisos adonde acuden los clientes. Se ha demonizado sistemáticamente a la juventud por realizar botellones y reunirse en grupos más o menos numerosos, pero nadie habla de los “puteros”, en apariencia señores muy respetables y maduros, que llevan desde marzo visitando esos nuevos pisos-burdel, sin respetar ninguna recomendación sanitaria, distancias o medidas de protección, y después regresan a sus casas como hombres serios y respetables, con su mujer e hijos, quizás incluso regañando a sus hijos jóvenes por quitarse la mascarilla por la calle.
En estos momentos, es importante perseguir el proxenetismo sin cuartel, educar a la juventud para cortar la espirar de la demanda, vigilar muy de cerca el blanqueo de capitales procedentes de la prostitución (aunque pretendan invertir en causas loables) y acometer las reformas legales necesarias.
En los últimos años, 44 mujeres fueron asesinadas brutalmente, ya que las mujeres prostituidas tienen casi un 50% más de posibilidades de ser asesinadas, y hasta 2018 ni se investigaba el nombre y la identidad de estas mujeres cuando aparecían muertas.
Cuando hablamos de prostitución, hablamos de explotación
extrema humana en el siglo XXI (Mabel Lozano)
El consumo compulsivo es el que incita a la compra, aunque en realidad no necesitemos lo que compramos, y esto ha llegado al sexo también y es impresionante la demanda de pornografía digital, que es la prostitución 2.0, entre menores y jóvenes hasta 25 años.
En los tiempos de la Edad Antigua, en Grecia y Roma, la prostitución era legal y el burdel pagaba impuestos, pero tengamos en cuenta que también era legal la esclavitud. Pretender hoy día remontarse a aquellos tiempos y normalizar la actividad como si se tratase de algo común, resulta tan repugnante como si alguien pretendiese normalizar de nuevo la esclavitud, aunque también existe.
Hay que ser muy cínico para decir que la prostitución es un trabajo como otro cualquiera, cuando nadie lo quiere para sus hijas o hermanas, ni en su familia o entorno más cercano. Y desde luego no se puede ser feminista y defender la prostitución como un oficio profesional, cuando es un forma de explotación humana y causa de desigualdades históricas.
HOMENAJE: 23 de septiembre
En el Día Internacional contra la Explotación Sexual y Trata de Personas, queremos destacar la labor de dos entidades madrileñas de la economía social, por enfocar sus actividades hacia la inclusión de mujeres en riesgo de exclusión, con una atención especial a las víctimas de explotación sexual y trata.
SOULEM Vidas Valientes: Empresa social dirigida por Macarena López-Cordón, vinculada a la Asociación Entre Mujeres, fundada por María Luisa Fresno hace más de 15 años. Su misión y objetivos son dignificar vidas a través de la formación y la empleabilidad, convirtiendo mujeres en situación de exclusión social en profesionales en diferentes oficios, principalmente el de la confección y pantallera artesana. Garantizar su atención integral y acompañamiento en el camino hacia la integración social y laboral, a través de la formación. Con ellas nos une una estrecha relación de colaboración, como taller de confección de nuestros vestidos y delantales, y un gran reconocimiento y cariño por el proyecto y todas las personas que lo forman.
APRAMP: Asociación para la Prevención, Reinserción Atención y de la mujer prostituida, fundada por Rocío Nieto. 30 años trabajando por y para la mujeres supervivientes de la explotación sexual y trata de seres humanos, con enfoque hacia los derechos humanos y desde una perspectiva de género.
Referencia bibliográfica: Hemos extraído numerosa información del estudio La prostitución, claves básicas para reflexionar sobre un problema, editado por APRAMP y Fundación Mujeres en 2005.
Cualquier persona que tenga conocimiento, por cualquier medio, de la existencia de un posible delito de trata o de una posible víctima del mismo, deberá presentar la oportuna denuncia ante el Ministerio Fiscal, el órgano judicial competente o la autoridad policial, de acuerdo con lo dispuesto en la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
EN CLAVE CINEMATOGRÁFICA:
Recomendamos especialmente los siguientes cortos, dirigidos por Mabel Lozano, escritora y directora de cine con causa: la lucha contra la trata de mujeres, una bandera que la ha convertido en todo un referente de compromiso con este grave problema sobre el que casi nadie quiere hablar:
- Biografía del cadáver de una mujer (2020): nos sitúa ante el chico que presenció el asesinato de su propia madre, Yamiled Girlado, asesinada a tiros en un pueblo navarro en 2009, pese a su condición de testigo protegida, tras lograr meter en la cárcel a su explotador sexual. (http://www.elproxeneta.com/biografia-del-cadaver-de-una-mujer/)
- El proxeneta: paso corto, mala leche (2018): Un hombre ex-proxeneta narra crudamente que traían engañadas a las mujeres desde América Latina, y cómo les duraban 3 años de vida útil para el negocio: uno con cierta energía e ingenuidad (convencidas de que así lograrían los papeles), otro con desengaño y drogas para aguantar, y un tercero final con castigos violentos y la desesperación. (http://www.elproxeneta.com/el-proxeneta/)