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La Moda Sostenible es una cuestión feminista

La ropa barata que hemos comprado durante las últimas décadas ha sido fabricada por mujeres y niñas de países pobres, en condiciones infrahumanas, sin respetar los Derechos Humanos ni las mínimas normas laborales que marca la Organización Internacional del Trabajo.

La moda es una parte esencial de la cultura… expresa nuestra forma de sentir y proyectarnos ante la sociedad.  Es importante sentir que nos representa la ropa que llevamos, y que esté en consonancia con nuestros principios y valores.  La moda refleja toda la riqueza cultural pasada y presente de los pueblos, a través de las  manos artesanas, capaces de transformar un tejido en una obra de arte. Las personas que impulsamos proyectos de Moda Ética y Sostenible, con nuevas marcas, estamos impulsando una nueva visión del mundo, que recupera la tradición, el saber hacer, oficios ancestrales como el de modista, que casi ha estado a punto de perderse en España. 

La industria textil fue importante en nuestro país, pero quedó herida de muerte con el traslado de la confección hacia Asia y Marruecos. La deslocalización de la producción tenía como único objetivo abaratar los costes a cualquier precio, con un criterio exclusivamente económico, sin pensar en las consecuencias ni contemplar otras perspectivas o alternativas posibles. Hoy día podemos estar orgullosos de nuestra industria textil, las empresas resilientes que han sido capaces de soportar los envites de varias crisis sucesivas, los movimientos perversos del mercado y las marcas de pronto-moda, moda rápida o “Fast Fashion”.

En los últimos meses, el desabastecimiento de elementos esenciales de protección en material textil, vestuario de trabajo, etc. ha puesto sobre la mesa la importancia de la industria, el textil y la confección, como elementos clave para la salud y el abastecimiento de las necesidades profesionales y personales de toda la ciudadanía, que no pueden depender de suministros desde el polo opuesto del planeta.

Desde aquí, agradecemos también el enorme esfuerzo realizado por nuestros industriales textiles, que han desarrollado en un tiempo record nuevos tejidos con tratamientos antibacterianos e hidrófugos, así como las empresas que se han reinventado para contribuir a los suministros que se necesitaban; gracias a todas las modistas que individualmente se han sumado a la gran red de colaboradoras, cosiendo gratuitamente vestuario y mascarillas para proteger a toda la población. y gracias también a los talleres sociales de confección (quiero mencionar los que conozco personalmente en Madrid, por su gran labor en la formación e inclusión sociolaboral de mujeres en riesgo de exclusión, https://www.soulem.org/, nuestro taller, https://customizando.org, compañeras de la Asociación  de Moda Sostenible de Madrid y también a  https://www.ellaslobordan.es/).
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.
Pero no podemos quedarnos aquí, es importante profundizar un poco más, para saber cómo hemos llegado a esta situación y evitar que la historia se repita.
La trata de personas
A lo largo de la historia, las civilizaciones han progresado sometiendo unos pueblos a otros, poniendo unas personas al servicio de otras en contra de su voluntad, despojando a millones de seres humanos de su dignidad y su libre albedrío; pero no profundizaremos ahora en la pobreza, su historia y sus causas, a lo que dedicaremos otra reflexión.  
 
Actualmente, esa historia continúa y, aunque la esclavitud terminó en el siglo pasado, el sometimiento de las personas sin su consentimiento sigue siendo una práctica habitual en el mundo (especialmente de las mujeres y niñas).  
 
El tráfico de personas es un delito muy grave y una gran amenaza para el desarrollo, la dignidad y la integridad física de las personas, además de una gravísima violación de los derechos humanos.  Cada año, miles de hombres, mujeres y niños caen en las manos de traficantes, en sus propios países y en el extranjero. Prácticamente todos los países del mundo están afectados por el tráfico, ya sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas.
La trata de personas es utilizada en explotación sexual,trabajo forzado, mendicidad forzada, matrimonio forzado; para vender niños y como niños soldados, así como para extraer órganos.
 
Algunas cifras:
  • La explotación sexual es la forma más común de explotación, seguida del trabajo forzado.
  • La mayoría de las víctimas de la trata son víctimas dentro de las fronteras de sus países; las víctimas de la trata en el extranjero se trasladan a los países más ricos.
  • Según la Fundación Isabel Martín, el 30% de las víctimas de la trata de personas son niños, que utilizan para realizar trabajos forzosos y el otro 70% son mujeres y niñas explotadas sexualmente.
Impacto Ambiental y Social
En Indonesia hay un río sobre el que descargan los residuos orgánicos de 9 millones de personas y los químicos de sus más de 500 fábricas, muchas de ellas dedicadas a la industria textil: el río Cytarum es el más contaminado del planeta. Los pescadores se transformaron en recolectores de basuras del río, que luego revenden. Lo sorprendente es que este río se usa para cocinar e incluso para beber.
 
La zona industrial de Linfen, en China, con su smog, concentra más contaminación que Chernobil.  Todos los desechos químicos se vierten al río, convirtiéndolo en una pasta densa, imposible de usar para nada que no sea eliminar la vida humana: el simple contacto con la piel puede ser dañino.
 
Las grandes marcas internacionales aprovecharon las terribles circunstancias de algunos países para trasladar a allí la producción industrial, sin pensar en las condiciones ambientales ni laborales de la producción, simplemente bajar los costes. Esa dinámica ha empobrecido nuestro país, por el cierre de fábricas y talleres de confección; y ha sumido en la miseria a miles de familias de los países productores, condenadas a trabajos en condiciones infrahumanas (incluso día y noche, sin descansos establecidos), en su mayoría mujeres y niñas. Esto sucede en India, Bangladesh, Pakistán, Camboya, etc.
 
Desde las organizaciones de comercio justo, hace muchos años comenzaron a trabajar en campañas de «Ropa Limpia» y en la elaboración de unas normas internacionales y certificaciones que auditan toda la cadena de producción, desde el origen (tipo de semillas que se utilizan para plantar el algodón, hasta que llega el tejido confeccionado a la tienda). FAIR TRADE, FAIR WEAR Foundation, GOTS, OEKOtex y son algunas de las certificaciones que llevan las prendas de Torit@s.

Una mujer indígena con su hije

Hacia el ECOFEMINISMO

El Ecofeminismo es una corriente de pensamiento y un movimiento social que crea sinergias entreecologismo y feminismo. A partir de este diálogo, se potencia la riqueza de ambos movimientos, profundizando en el análisis de los problemas que hacen cada movimiento por separado. Esta filosofía y práctica defiende que el modelo económico y cultural occidental se ha desarrollado de espaldas a las bases materiales y relacionales que sostienen la vida, y que “se constituyó, se ha constituido y se mantiene por medio de lacolonización de las mujeres, de los pueblos extranjeros y sus tierras, y de la naturaleza” (Shiva y Mies).

Lateoría ecofeminista plantea que existen relaciones profundas entre la histórica subordinación de las mujeres y la dominación de la Naturaleza que nos ha traído hasta esta situación de crisis ecológica. El pensamiento ecofeminista sostiene que el patriarcado se caracteriza por una voluntad de dominio que hoy resulta ecológicamente suicida. Si antes esta voluntad se expresaba en la conquista territorial, hoy se manifiesta en la desmesurada avidez de beneficios económicos del mercado global.

La sociedad occidental tiene un modelo de desarrollo con una contradicción esencial entre el capital y la vida; y este modelo se ha impuesto al resto del mundo a través de procesos políticos complejos… Nuestro capitalismo de hoy es un sistemaecocida, porque destruye la naturaleza para crecer;patriarcal, porque explota el trabajo humano, sobre todo en los hogares de las mujeres para poder fabricar entre otras cosas el flujo de mano de obra; esracistaporque se sostiene sobre el despojo y la explotación de los recursos naturales en grandes zonas del planeta, considerándolas como grandes minas o grandes vertederos y por tanto expulsando a las personas que hay allí; y esinjustopor la acaparación que hace de la riqueza

(Yayo Herrero).

 

Fotografía de Yayo Herrero

 

El cambio que nuestro mundo necesita no puede dejar a nadie atrás, tiene que poner en el centro las personas y el planeta, arrancando desde la base del artículo 1 de nuestra Declaración Universal de los Derechos Humanos: “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos

CAMBIAR EL MUNDO, PARA NO DEJAR A NADIE ATRÁS

¿Y yo qué puedo hacer?

En una sociedad de consumo, el papel de cada persona es vital, nuestra actitud y exigencias como consumidores conscientes y responsables puede provocar enormes cambios de gran impacto.

Mira las etiquetas de tu ropa y asegúrate del origen, pregunta en las tiendas dónde se ha fabricado y en qué condiciones. Todas las personas debemos escribir sugerencias, email y hojas de reclamaciones, para pedir a las grandes marcas y cadenas del sector textil que nos garanticen que nuestra ropa no esconde trata de personas, y que toda la cadena de producción está 100% libre de trabajo infantil.

 

PARA VER Y PENSAR…

La camiseta de 2 € (un experimento social): https://youtu.be/sYI1VRfOmD0

¿Quién hizo mi ropa?:   https://youtu.be/ShEKlmEQPqg

Fashion Revolution. A global movement: https://youtu.be/XV4WsrnCJ5U

The Child Labour Experiment (Fashion Rev. Berlín): https://youtu.be/8gA97UjCOUI

Fashion Revolution Global vídeos: https://www.youtube.com/c/FashionRevolutionGlobal/videos

Etiquetas ecológicas (para conocer las certificaciones y sellos más importantes y que no te engañen con las etiquetas): https://join.clickoala.com/etiquetas-ecologicas-ecoetiquetas-confianza/

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