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La pobreza degrada la condición humana, rebajándola hasta lo más ínfimo. Ser pobre es un descrédito social y humano, es una situación que se sufre de forma obligada, porque nadie elige ser pobre, y menos aún de manera prolongada o endémica.

El objetivo número 1 para el Desarrollo Sostenible es el “fin de la pobreza”, tal como consensuaron 193 estados en septiembre de 2015, reunidos en la Asamblea General de la ONU que aprobó la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos; pero hubo una gran controversia a la hora de incorporar el objetivo número 10, “reducción de las desigualdades”. ¿Por qué? Las naciones que ejercen la supremacía económica mundial quieren mantener su poder y estatus como sea, y ese fin justifica todos los medios, incluyendo mantener las condiciones de desigualdad e injusticia que sufren los países empobrecidos del mundo, y sus habitantes, para que otros (los menos) puedan seguir viviendo en la opulencia.

Fotografía de una chabola

ORÍGEN DE LA POBREZA

La pobreza tiene un origen histórico: invasiones, colonialismo, esclavitud y guerras son las causas históricas de la pobreza en el mundo.

Los sistemas que impusieron algunos países del norte sobre los del sur han derivado en situaciones de desigualdad durante muchos años. Por ello, todos los pueblos han luchado y siguen luchando para eliminar las desigualdades.   Estos son algunos ejemplos, por regiones:

África:

Los 5 países más pobres de la tierra están en el continente africano, como son República Democrática del Congo, Liberia, Níger, Burundi y la República Centroafricana. Pero hay otros países que también viven en la pobreza extrema, como Etiopía, Somalia, Ruanda, Chad, o Sudán del Sur, una colonia británica hasta 1956, que se dividió en dos en 2013 y desde entonces está en guerra civil, con 2 millones de desplazados, otros 2 millones de refugiados y 5 millones de personas hambrientas, que viven lo que ahora se denomina eufemísticamente “inseguridad alimentaria”.

En el continente, el caso más dramático es Haití, un país víctima de la colonización y los recientes desastres naturales. Fueron los primeros de América en proclamar su independencia (1804), pero tras su rebelión contra los colonos blancos, fueron obligados a pagar una multa a Francia (como indemnización por la pérdida de tierras y esclavos, que los tuvo 100 años pagando esa deuda, para ser un país libre).  En 2010, el terrible terremoto que todos recordamos dejó 200.000 muertos y aún no se ha reconstruido el país, aunque el mundo entero se vio conmocionado, y parecía que varios grandes donantes se harían responsables de atender a la población y dirigir la reconstrucción de todas las infraestructuras destruidas… pero no fue así.

Asia:

Aunque en el continente se encuentra China, una gran potencia mundial en todos los sentidos, también encontramos países con profundas desigualdades como India (que es el 5º país del mundo en crecimiento económico) y situaciones terribles como la crisis de los Rohingya en Birmania (antigua colonia británica), que está en crecimiento económico, pero tiene 1 millón de personas discriminadas por ser musulmanes en un país budista. En 2017 hubo un estallido de violencia que provocó la huida masiva hacia Bangladesh, donde se encuentra un campo de refugiados con 670.000 personas con falta de alimentos, agua potable, inseguridad y desnutrición infantil.¿POR QUÉ NO SE ERRADICA LA POBREZA SI ACTUALMENTE ES EVITABLE?Porque los pobres son y han sido necesarios -económica, social, política, moral, religiosa y militarmente- para la supervivencia del mundo moderno” (Francisco Checa, Universidad de Almería. “Reflexiones antropológicas para entender la pobreza y las desigualdades humanas”).
En nuestro mundo, 1400 millones de personas viven en la pobreza extrema y la ONU reconoce que unos 900 millones de personas sufren hambre, no tienen acceso al agua potable, ni servicios sanitarios, ni educación y, aparte de la malnutrición, viven en entornos de exclusión y discriminación. El 10% de la población mundial vive con menos de 1,9$ diarios. ¿Cuándo vamos a impulsar la IGUALDAD en todo el mundo?

Fotografía de una familia en situación de pobreza

“La causa principal de la pobreza es un sistema económico que ha quitado a la persona del centro y ha colocado al “dios dinero”; un sistema económico que excluye siempre a los niños, los ancianos, jóvenes sin trabajo y que crea la cultura del descarte. Éste es el modelo principal de la pobreza, no las familias numerosas”. (Jorge Bergoglio, “Papa Francisco”)

“La pobreza no es natural: es creada por el hombre y puede superarse y erradicarse mediante acciones de los seres humanos. Y erradicar la pobreza no es un acto de caridad, es un acto de justicia” (Nelson Mandela

«Lo contrario de la pobreza no es la riqueza, es la justicia»

“Lo contrario de la pobreza no es la riqueza, es la justicia. En mi país, el sistema te trata mejor si eres culpable y rico que si eres inocente y pobre” (Bryan Stevenson)

En la primera Conferencia sobre desarrollo y medio ambiente, celebrada en Estocolmo en 1972, Indira Gandhi dijo: «la peor contaminación es sin lugar a dudas la miseria».

La tercera conferencia, denominada «Cumbre de la Tierra», celebrada en Río de Janeiro, en junio de 1992, lo ha dejado aún más claro: la degradación del medio ambiente es producida generalmente por la pobreza en el Sur y por la abundancia en el Norte.
En la historia más reciente, del capitalismo desarrollado y su estado del bienestar, la pobreza se ha reducido a una cuestión política y social, pues el pobre es un desigual y un marginado. Ahora bien, ¿hay alguna respuesta contundente para estas situaciones? Es real que en los dos últimos siglos la pobreza social y las desigualdades humanas han preocupado a multitud de gobiernos; pero ninguno ha tratado de erradicar el empobrecimiento con medidas cualitativas, que conlleven, al mismo tiempo, cambios políticos, económicos, sociales e intelectuales. Las únicas respuestas han sido librar fondos públicos para paliar los efectos de las desigualdades económicas: ayudas para el alquiler de vivienda, alimentación y ropa.

Los gobiernos y muchos investigadores olvidan que los pobres no sólo necesitan bienes materiales, sino también acceso a la información, a la educación, a una cualificación profesional, también al equilibrio personal y social; y esto no se combate sólo con dinero público que reparte leche, abrigos y asistencia social entre los menesterosos de los barrios marginados. Porque las estructuras socioeconómicas, políticas y militares que generan el empobrecimiento, nacional e internacionalmente, siguen inamovibles.La Declaración Universal de los Derechos Humanos no se proclamó hasta 1948. El artículo 1 dice que todas las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Ya han transcurrido 72 años, pero sigue sin cumplirse en todo el mundo ese artículo 1, por lo que es preciso realizar una revisión urgente, para hacer balance y actualizar los artículos, ajustando e incorporando lo que sea preciso, para que responda a las circunstancias del mundo de hoy y a las necesidades de hombres y mujeres del 2020, que continúan en lucha, casi un siglo después.

LAS NUEVAS CAUSAS DE POBREZAEl mundo actual nos revela nuevas causas de pobreza, que nos han llevado a la situación actual, que enumeramos a continuación, siguiendo la clasificación de OXFAM Intermón:

Modelo comercial Multinacional: Utilizar recursos y mano de obra barata de países pobres, que los empobrecen aún más. Los trabajadores abaratan costes y se consigue mayor beneficio.

Corrupción: Los recursos que podrían destinarse a servicios sociales pasan a manos privadas, que los utilizan en su propio beneficio, provocando que no haya un reparto equitativo en la sociedad.

Cambio climático: Las sequías, erosión, salinización, desertificación y deforestación humana provocan una erosión acelerada, y su consecuencia es la escasez de alimentos.

Enfermedades y epidemias: La falta de acceso a los servicios sanitarios y tratamientos farmacéuticos es un claro síntoma del bajo nivel de desarrollo de una sociedad. En la actualidad hemos podido observar todo tipo de situaciones ante el coronavirus, y las enormes dificultades de los países más pobres para afrontar la pandemia por Covid19.

Desigualdades en el reparto de recursos: No todos los miembros de una sociedad pueden acceder a infraestructuras, capital o recursos, lo que deriva en situaciones de pobreza. En la actualidad, incluso en España encontramos grandes desigualdades de acceso a la energía, vivienda, educación de calidad (sobre todo universitaria), servicios sanitarios especializados y ágiles, financiación de proyectos para la innovación, el autoempleo, etc.

Para poner la vida de todas y todos en el centro, hay que hacer una redistribución radical de la riqueza” (Yayo Herrero)

Crecimiento de la población: En 2011, la población mundial era de 7000 millones de habitantes, y hay una previsión de aumento hasta 9000 millones en 2050, según la ONU. Esto provocará un aumento de las desigualdades si no se frenan las causas de la pobreza.

Conflictos armados: Las guerras provocan desplazamientos y llevan a millones de personas a vivir como refugiados en otros países vecinos. Para salvar la vida, se deja todo. La guerra destruye todas las infraestructuras, el acceso a suministros básicos como el agua e impide los cultivos; así no hay cosechas ni alimentos, y después tienen que realizarse importantes trabajos de reparación como prioridad.

Discriminación de género: La falta de oportunidades para el desarrollo de mujeres y niñas perpetúa la pobreza. Hay brecha de género educativa, salarial y de acceso a funciones de responsabilidad, porque aún hoy abundan los ejemplos de desigualdad de género en todo el mundo.

Despilfarro de alimentos: En la actualidad, 1.300 millones de toneladas de alimentos se malgastan. La FAO afirma que con ¼ parte de los alimentos que tiramos se podría alimentar a todas las personas hambrientas del mundo.

Desinterés de los países desarrollados: Podemos constatar cierta indiferencia de los países más desarrollados, por una implicación lenta y menos diligente de lo que cabe esperar, según Manos Unidas.

Fotografía de un mercado en un país tropical

SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS POST-COVID

Las grandes crisis, como la actual provocada por el Covid19, apelan a la ética cívica y a la responsabilidad individual y colectiva; y sirven también para discernir lo trascendente de lo accesorio, lo esencial, de lo superficial.

El acceso a educación de calidad, atención de la salud, electricidad, agua potable y otros servicios esenciales sigue estando fuera del alcance de muchas personas, a menudo por razones socioeconómicas, geográficas, étnicas y de género. El enfoque multidimensional nos revela un mundo en el que la pobreza es un problema mucho más generalizado y arraigado; desde este punto de vista, que incluye el consumo, la educación y el acceso a servicios básicos, la cifra de pobreza es un 50 % más alta que cuando se mide teniendo en cuenta exclusivamente la pobreza monetaria, según datos del Banco Mundial. Por otra parte, los escasos avances para salir de la pobreza son temporales, porque las crisis económicas, la inseguridad alimentaria y el cambio climático amenazan a los pueblos con caer de nuevo en la pobreza extrema.

La crisis de la COVID-19 tendrá un impacto terrible y desproporcionado sobre los pobres, a través de la pérdida de empleos, la reducción de las remesas de dinero que envían los emigrantes a sus países de origen, el alza de precios y la interrupción de la prestación de servicios como la educación y la salud. Se revertirán todos los escasos avances en los últimos cinco años. En 2020, según estimaciones del Banco Mundial, entre 40-60 millones millones de personas caerán en la pobreza extrema (vivir con menos de 1,90$ al día); y la tasa de pobreza extrema podría aumentar hasta el 9% este mismo año. Además, la proporción de personas que viven con menos de 3,20$ al día podría aumentar hasta el 23% (unos 150 millones de personas), y hasta el 42% o más las personas que viven con menos de 5,50$ al día (180 millones de personas aproximadamente).

La mayoría de las personas pobres del mundo viven en zonas rurales y apenas han recibido educación, trabajan principalmente en el sector de la agricultura y son menores de 18 años. Aún queda mucho por hacer para poner fin a la pobreza extrema, y siguen existiendo muchos desafíos. En gran parte del mundo, el ritmo de crecimiento es demasiado lento, y la inversión es muy escasa para elevar la mediana de los ingresos. En muchos países, el ritmo de reducción de la pobreza ha sido más lento o incluso se ha revertido.

La escasez de datos complica aún más la posibilidad de dimensionar el alcance del problema. Los 43 países con las tasas más altas de pobreza son frágiles o atraviesan por situaciones de fragilidad y conflicto, por lo que carecen de datos de pobreza o no están actualizados: 500 millones de personas, la mayoría ubicados en África subsahariana y con tasas de pobreza superiores al 40%.

Los ciudadanos debemos recordar a cada uno de los estamentos responsables cuál es su obligación y cuáles son sus deberes, porque es de justicia tomar medidas urgentes y radicales, para evitar que la inmensa mayoría de la población mundial caigamos en la pobreza extrema

La ONU hoy os comunica una alerta mundial: la crisis provocada por la pandemia del coronavirus amenaza al mundo con una hambruna que alcanzará “proporciones bíblicas». Se estima que para finales de 2020, el número de personas que padecen hambre podría aumentar en un 80% a nivel mundial y en un 269% en los países latinoamericanos.

ÉTICA Y APOROFOBIA

La filósofa Adela Cortina, catedrática emérita de Ética y Filosofía Política en la Universidad de Valencia, acuñó una nueva palabra: “aporofobia”, para definir el rechazo al pobre. Lo que no se nombra no existe y era necesario inventar este neologismo que señalase la discriminación universal a las personas sin recursos, porque realmente molestan los pobres, ya sean nacionales o extranjeros.

En una entrevista reciente (Ethic, marzo 2020) aseguraba que los peor situados son los que lo están pasando peor, como siempre, porque hemos organizado la sociedad no para los vulnerables, sino para los bien situados. La aporofobia persiste en esa desigualdad, en la que vemos que unos están sufriendo mucho más que otros, por estar peor situados.

“La aporofobia va en contra de la dignidad humana y es excluyente. La democracia tiene que ser inclusiva necesariamente, pero todas las sociedades que conozco son aporófobas”.

Adela Cortina es directora de la Fundación Étnor (Ética de los negocios y las Organizaciones empresariales) y durante años ha liderado el análisis contemporáneo de filosofía política y ética aplicada, reivindicando la importancia de la educación en valores y la filosofía en la escuela.

La palabra “ética” viene de “ethos”, que quiere decir “carácter”, y la primera tarea de la ética consiste en forjar el carácter, el carácter de las personas, los niños, los pueblos, el carácter de las organizaciones… La forja del carácter es algo fundamental, porque predispone a actuar en la vida en un sentido o en otro, con prudencia y justicia o con injusticia. Forjarse unas predisposiciones es fundamental para después tomar decisiones en la vida. La ética trata de la forja del carácter, que es la asignatura más importante en la vida, porque es importante forjarse un buen carácter, ya que, de alguna manera, está en nuestras manos. La predisposición a actuar bien es lo que se denomina “virtud”, a lo que podemos añadir lo que los griegos llamaban “areté”, excelencias. Las predisposiciones son excelentes cuando una persona se acostumbra a actuar con justicia, fortaleza, prudencia, honestidad y respeto. 

Está en nuestra mano construir una sociedad más inclusiva y más justa, cada vez que tratamos de manera excelente al pobre que tenemos cerca y que muchas veces ni vemos ¡Abre los ojos! Es hora de descubrir el valor que nos aportan las diferencias y actuar con compasión, calzarse los zapatos del otro y comprometernos para acabar con las desigualdades, de una vez por todas.

Fotografía de niños en Santo Domingo

REFLEXIÓN MUSICAL

Terminamos, como siempre, con música. Los artistas de todos los tiempos que se han comprometido socialmente nos animan a actuar contra la Pobreza y las Desigualdades, por un mundo mejor y más justo y para toda la Humanidad, en PAZ.

Blowin in the Wind (Bob Dylan, 1962): https://youtu.be/_-FcVWhUrYE

Imagine (John Lennon & The Plastic Ono Band, 1971): https://youtu.be/I5zZYdvx1OU

No, woman no cry (Bob Marley, 1975): https://youtu.be/IT8XvzIfi4U /Con subtítulos en español: https://youtu.be/32YvOpuYUyM

No dudaría (Antonio Flores, 1980): https://youtu.be/VfxoCeFeVAQ

Another Day in Paradise (Phil Collins, 1989): https://youtu.be/x59kS2AOrGM

Falta amor (Maná, 1990): https://youtu.be/UET6CZ_Sw8Q

Wannabe (Spice Girls, 1996): https://youtu.be/sZQ2RUFd54o

We are the World for Haití, 2010 (Various artists): https://youtu.be/Glny4jSciVI

De igual a igual (Pau Donés, 2018 ): https://youtu.be/q_FcBKgmuXo

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